Instalación y diseño de almacén de congelados en tu empresa
Uno de los principales objetivos de la ejecución y diseño de almacén de congelados es que la cadena de frío no se rompa dentro de las instalaciones del proceso de almacenamiento de un producto. Recordemos que la cadena de frío es el conjunto de elementos fijos, móviles y operativos que garantizan la canalización de cualquier tipo de producto que requiere una temperatura adecuada para su mantenimiento. Desde la fase de recolección (la mayoría de referencias son perecederas: carnes, verduras, frutas, etc.) o producción hasta el punto de venta. Tal temperatura debe ser estable y regular: inferior a -18 grados para productos congelados y superior a cero grados para productos frescos.
En la instalación y diseño de almacén de congelados se requiere la gestión de variables diferentes a la plataforma logística convencional. Por ejemplo, el cálculo de capacidad de frío, contratación de cámaras frigoríficas, control de plazos y costes de las empresas instaladoras, legalizaciones y documentaciones fin de obra y entrega final.
Tiempos máximos en un diseño de almacén de congelados
Los mayores proveedores de distribución y almacenaje aseguran que cuando se realiza un diseño de almacén de congelados hay que tener presente también el tiempo máximo de almacenamiento. Este variará según el tipo de mercancía y su temperatura correspondiente. Así, tenemos que cada producto necesita un tiempo determinado de almacenaje: alimentos vegetales (congelación): 18 meses, alimentos cárnicos (congelación): de 12 a 16 meses, pescados (congelación): de 12 a 14 meses, helados (congelación): de 12 a 18 meses, alimentos vegetales (conservación): de 3 a 10 días, alimentos cárnicos (conservación): de 24 a 48 horas, yogures (conservación): de 10 a 21 días, lácteos (conservación): variable, embutidos (conservación): de 2 a 8 meses, embutidos y lácteos (maduración): variable.
En cuanto al almacenamiento, en el diseño de almacén de congelados según la logística, conociendo las características de conservación del tipo de producto, es necesario contemplar los siguientes parámetros: primero, la cantidad de mercancía a almacenar para dimensionar las instalaciones y los equipos de frío. Luego, los flujos de entrada y salida de mercancía para igualmente dimensionar las áreas de servicio y la capacidad de los equipos de frío. Tercero, la tipología del almacén: automático, convencional o mixto. Por último, la estacionalidad de la mercancía para predecir los procesos de compra y la expedición, habilitar espacios para la instalación de compresores y evaporadores, según los detalles del estudio frigorífico.
Consideraciones en un diseño de almacén de congelados
En un diseño de almacén de congelados también habrá que contemplar las salidas de aire al exterior o al interior de los motores, la aireación inferior y superior y la recirculación de aire, así como la ventilación y su recorrido para la correcta distribución de la temperatura. También la instalación de desagües de evacuación de agua con sumideros equipados para la recogida de muestras en aquellas naves de temperatura positiva. Tendrán que realizarse pendientes en el pavimento para facilitar la salida del agua producida por la condensación. En cambio, en las cámaras para congelados el pavimento, los sumideros y los desagües no deben tener pendiente porque la congelación impediría su correcto cometido.
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